
El martes 21 de octubre, un grupo especial de estudiantes de IV Medio B, guiados por su apasionada
Profesora Jefe, Sra. Daniela Castañeda, tuvo la oportunidad de vivir una jornada inolvidable en el Centro Recreativo de la Compañía de María. Bajo un manto de reflexión y espiritualidad, se llevó a cabo el último Encuentro con Cristo, titulado “Nacidos para Amar y Servir”. Fue mucho más que un simple encuentro; fue un llamado a la acción, una invitación a convertirse en agentes de cambio.
Este encuentro trascendental no solo reunió a los estudiantes en un entorno reflexivo, sino que también se convirtió en un espacio para fortalecer lazos de amistad y reafirmar su compromiso con los valores inquebrantables de amor y servicio que han guiado su formación. Con cada actividad y cada reflexión, el grupo se sumergió en un viaje hacia el interior, donde pudieron capturar la esencia de su vida escolar y proyectar sus futuros.
La historia de Marta y María iluminó su reflexión, llevando a cada joven a contemplar el hombre o la mujer que han sido, la persona que son hoy, y la persona en que desean convertirse. Este ejercicio no solo promovió la introspección, sino que también inspiró a cada uno de ellos a abrazar su verdadero potencial…a escribir su propio Libro de Artista.
Agradecemos profundamente a cada estudiante por su respeto, apertura y escucha activa. Un agradecimiento especial al equipo de mamás, cuyo compromiso y amor hicieron posible que este día fuera extraordinario. Su dedicación y disposición para crear un ambiente acogedor y cariñoso tocaron los corazones de todos.
La jornada estuvo colmada de momentos significativos: el contacto con la naturaleza revitalizó sus espíritus, la empatía floreció a través de diálogos sinceros, y el juego fue un recordatorio del poder de la alegría compartida. Cada instante fue una semilla de generosidad y apertura.
Al finalizar la experiencia, se les recordó una valiosa enseñanza de Santa Juana de Lestonnac:
“mantengan la amistad entre ustedes”. Esta invitación no solo es una simple frase, sino un poderoso legado que los instamos a llevar en sus corazones. Sean ustedes mismos los brotes de esperanza que su entorno tanto necesita, donde quiera que decidan estar.









