Con alegría y sencillez acompañamos a las jóvenes de nuestros IV Medios 2020, quienes concluyeron una nueva etapa de su historia, un capítulo marcado por la incertidumbre, distinto, inesperado, lleno de retos y oportunidades; ellas inician un camino colmado de nuevos desafíos que serán escritos con sus decisiones, sus experiencias, su capacidad de amar, de servir y de construir futuro.
La invitación para ellas es a “cuidar la llama y extender su luz”, a esforzarse todos los días por buscar y encontrar a Dios en la cotidianidad, en medio del mundo, uniendo armónicamente contemplación y acción.
Deseamos que sean mujeres felices, plenas, “sal y luz” en el lugar en el que elijan estar, capaces de cambiar el mundo, capaces de salir de su propia comodidad para “tender la mano” y compartir las cosas simples de la vida con actitud agradecida.
Agradecemos a todos los que nos acompañaron a cerrar con ellas esta etapa de sus vidas.