El lunes 4 de noviembre, vivimos una jornada especial en nuestro colegio, llena de momentos significativos que reafirman nuestra misión como Compañía de María.
Se entregó la distinción instalada por nuestro Centro de Padres y Apoderados al espíritu solidario y se estimuló la sana convivencia escolar, un momento en el que reconocemos y honramos a aquellos estudiantes que han sabido vivir la fraternidad y la caridad. En un mundo que a veces parece apresurado y distante, ver a nuestros alumnos comprometidos en gestos pequeños y grandes de amor al prójimo es motivo de alegría y esperanza.
También se llevó a cabo la premiación a diversos talentos artísticos y literarios de nuestra comunidad escolar, un momento especial en el que celebramos la creatividad, la sensibilidad y el ingenio de nuestros estudiantes.
La jornada culminó con la entrega de Medallas al equipo de básquetbol femenino de nuestro colegio, un grupo de jóvenes que, además de destacar en el ámbito deportivo, han demostrado compañerismo, disciplina y entrega. La vida en equipo y la dedicación al deporte son una escuela de valores, en donde se aprende a trabajar juntos, a perseverar frente a la adversidad y a reconocer que cada talento es un don que debe ponerse al servicio de los demás. En sus logros vemos reflejados el esfuerzo y la gracia de Dios, quien multiplica nuestras capacidades cuando se le ofrece el corazón dispuesto y generoso.